Tiny houses o minicasas: una nueva forma de alquiler vacacional

Tiny houses o minicasas: una nueva forma de alquiler vacacional

¿Has oído hablar alguna vez de las tiny houses? Estos alojamientos originales, sostenibles y quizá incluso baratos son perfectos para alquileres vacacionales Pero eso no es todo. Las minicasas también pueden ser interesantes para quienes ya gestionan una o varias propiedades y buscan una forma de diferenciarse de la competencia y aumentar sus beneficios.

En este artículo podrás saber más sobre qué son las tiny houses, cómo se fabrican, cuánto cuesta construir una, cómo amueblarla y cómo promocionarla para atraer a huéspedes. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es una tiny house?

Las tiny houses (en español también llamadas minicasas) son edificaciones de pequeño tamaño que miden como máximo unos 37 metros cuadrados. No son sólo una alternativa a la vivienda tradicional, sino un movimiento arquitectónico y social que comenzó en Estados Unidos hacia 1970. El concepto básico de las tiny houses es: «¿cuánto espacio necesita realmente una persona para vivir feliz?».

Las minicasas suelen ser casas enteras, posiblemente autosuficientes y a menudo rodeadas de naturaleza. El minimalismo y la sostenibilidad van de la mano para crear viviendas donde los propietarios (y los huéspedes) puedan disfrutar de la vida sin necesidad de lo superfluo. «Vivir con sencillez» es el mantra de quienes deciden unirse a este movimiento.

Minicasas en España: ¿una buena oportunidad de negocio?

A lo largo de los años, el sector turístico ha cambiado para adaptarse a las necesidades de los distintos tipos de huéspedes. Hay para todos los gustos: desde las estancias tradicionales en hoteles, donde se atiende y cuida a los huéspedes, hasta los apartamentos turísticos de auto check-in, donde apenas sabes cómo es tu anfitrión. Pasando por pisos en el centro de la ciudad, granjas y casas rurales, villas de lujo y hasta tiendas de glamping.

La gran demanda de distintos tipos de alojamiento depende de tres factores principales:

  • Precio: está claro que cada huésped puede permitirse un tipo de alojamiento distinto. Los estudiantes, por ejemplo, pueden preferir una opción más barata, como un albergue, que los viajeros con ingresos estables.
  • Necesidades: una familia con niños necesita instalaciones específicas para los más pequeños, un turista senior puede preferir un alojamiento accesible y una pareja puede estar interesada en alojamiento con cierta intimidad y quizá una bañera de hidromasaje para momentos íntimos.
  • Tipo de experiencia: ¡no todos los viajeros quieren la misma experiencia! Mientras que algunos se conforman con tumbarse al sol en alguna costa remota durante todas las vacaciones, otros prefieren pasear por la ciudad todo el día, interactuando con los lugareños.

Ventajas de las minicasas como alojamiento vacacional

Dependiendo de estos factores, a algunos huéspedes les interesa más un tipo de alojamiento que otro. Estas pequeñas casas son perfectas para quienes viajan solos o en pareja y quieren estar en contacto con la naturaleza, experimentando una desintoxicación sostenible, minimalista y quizá incluso digital.

Lejos del turismo de masas, las minicasas permiten a los huéspedes bajar el ritmo de la vida cotidiana, desestresarse y encontrar la paz interior. Es decir, se asocian con un estilo de vida muy concreto que busca reconectar y respetar el entorno natural.

Pero las ventajas también se aplican a los propietarios. Las minicasas suelen ser bastante baratas de construir, en gran parte porque utilizan materiales ecológicos y de alta calidad. Esto significa que la inversión que tendrás que hacer será menor que en un alojamiento convencional. Suelen también utilizar energías renovables para autoabastecerse, y algunas por ejemplo filtran el agua de lluvia para aprovecharla.

Dicho esto, primero tendrás que decidir qué tipo de casas pequeñas quieres ofrecer a tus huéspedes.

¿Una minicasa fija o móvil?

Existen muchos tipos de minicasas, que pueden ser prefabricadas o no. En España podrás adquirir una de estas casas prefabricadas por un precio realmente bajo y ubicarla donde quieras. Dada su naturaleza, las minicasas pueden ser fijas o sobre ruedas, y existen varios modelos de minicasas con diferente espacio habitable, diseño y modelo personalizado.

En España, la normativa sobre minicasas corresponde a cada Comunidad Autónoma y municipio, por lo que recomendamos que consultes directamente en tu consistorio local los requisitos para poder construir una.

Minicasa sobre ruedas

Las llamadas minicasas «sobre ruedas» suelen ser más pequeñas que las fijas y las conexiones de agua y electricidad son móviles. Las minicasas móviles son la opción perfecta para la vida nómada digital y funcionan como las autocaravanas.

Minicasas fijas

Si piensas utilizar estos originales alojamientos para alquiler turístico, probablemente optarás por una fija. Generalmente, estas casitas son más grandes que una prefabricada móvil, ya que la portabilidad no es el objetivo principal. Además, las conexiones fijas de electricidad y agua te permitirán ofrecer algunas comodidades extra, como un alojamiento con plato de ducha, baños completos, altas calidades o más espacio de almacenamiento.

Como se trata de una vivienda por derecho propio, debes construir tu minicasa en un solar o un terreno urbano. Necesitarás un permiso de construcción y tendrás que cumplir la normativa regional pertinente.

¿Cómo tener una minicasa y usarla como alquiler vacacional?

La construcción de la minicasa debe ir precedida de una serie de consideraciones y razonamientos. Éstas son las tres cuestiones principales que debes tener en cuenta.

1. Decide la ubicación y estudia la normativa local

¿Dispones de un terreno edificable en algún lugar en plena naturaleza donde construir una o varias minicasas? ¿Tiene la zona algo que ofrecer?

Por ejemplo, podrías ofrecer a los huéspedes potenciales rutas de senderismo únicas para los amantes del excursionismo, privacidad absoluta del resto del mundo para los que quieren desconectar, o quizá granjas a poca distancia a pie o en bicicleta para el turismo gastronómico y vinícola.

Una vez analizada la ubicación, consulta la normativa local. Cada región puede tener criterios sobre metros cuadrados, instalaciones sanitarias, accesibilidad del alojamiento y  demás.

2. Analiza los tipos de huéspedes a los que enfocarte

Como el espacio será escaso, debes diseñar tu minicasa en función de las actividades cotidianas de tus huéspedes.

Analiza tus principales grupos objetivo e intenta comprender cómo pasarán el tiempo. Si la zona es famosa por su tradición culinaria y está llena de restaurantes típicos, podrías construir una cocina más pequeña. Si acoges a familias con niños o mascotas, considera la posibilidad de tener cerca una zona abierta con un barril de agua donde puedan lavar cómodamente los juguetes o al perro después de un agradable paseo por el bosque. También será importante considerar los espacios habitables y el número de camas que incluir, así como aislantes térmicos para las épocas de más frio.

3. Elige el estilo de la minicasa

Desde su nacimiento en Estados Unidos como tiny houses, estas viviendas suelen ser estructuras de madera que se centran en la sostenibilidad y el ahorro de energía. Pueden tener diferentes formas y colores. Examina a tus competidores y encuentra un estilo que haga que la minicasa se distinga de las demás.

¿Cómo amueblar una minicasa?

El tamaño y la forma de la minicasa dependerán estrechamente del interior. Pero ¿cuál es la mejor manera de amueblar el interior para que todo quede bien y tenga un funcionamiento eficiente?

Como el espacio es limitado, cada detalle cuenta. Cada mueble o aspecto arquitectónico debe servir para un doble propósito. Por ejemplo, si decides construir una estantería elevada, utiliza el espacio bajo la escalera como armario. En este caso, las estancias convertibles serán la mejor opción. Para asegurar agua caliente y autonomía eléctrica, las placas solares son perfectas para las casas diminutas.

Aprovecha las soluciones ingeniosas, como muebles plegables y las puertas correderas. Además, busca la sencillez y evita lo superfluo. Echa un vistazo a nuestra guía sobre el equipamiento más importante para un alojamiento vacacional y pregúntate: ¿qué podría omitir sin comprometer la comodidad de mis huéspedes?

Por último, si decides construir tu propia minicasa a diferencia de las casas tradicionales, deberás tener en cuenta dos cosas: utiliza materiales sostenibles y estudia bien la posición de las ventanas. Mientras que una ventana mal colocada hará que la casa parezca aún más pequeña, una ventana en el lugar adecuado puede dar a tus invitados la sensación de ser uno con la naturaleza circundante.

¿Cuánto cuesta una minicasa?

El precio de una minicasa depende de muchos factores, por ejemplo, si decides comprar una usada, una nueva o si la construyes tú mismo. Además, el precio del equipamiento y los materiales utilizados puede variar.

Como con cualquier proyecto en el sector turístico, intenta calcular el rendimiento de la inversión con tu contable. Por ejemplo, si quieres instalar paneles solares, puede que gastes más al principio pero ahorres en electricidad más adelante.

En general, una minicasa portátil será mucho más barata, oscilando entre los 5.000 y los 10.000€. Si optas por la opción fija, el precio será mayor, habiendo minicasas prefabricadas en madera desde 8.000€. La calidad de los materiales, los metros cuadrados y las soluciones pueden incrementar el precio hasta más de 50.000€.

¿Cómo promocionar una minicasa y atraer a huéspedes?

  1. Sitios de reservas online: plataformas como Booking.com y Airbnb te permiten llegar a una gran audiencia de viajeros de todo el mundo. En Airbnb hay una sección específica llamada «minicasa».
  2. Sitio web de reservas directas: crea tu propio sitio web de minicasas con fotos profesionales, una descripción detallada y una presentación de los alrededores.
  3. Redes sociales: los canales sociales son esenciales para los propietarios de minicasas que quieran utilizarlas como alquileres turísticos. Como es una tendencia actual, podrías hacer «famoso» tu alojamiento y llenar tu calendario de reservas.
  4. Asociaciones locales: las colaboraciones con artesanos y productores locales pueden ayudarte a darte a conocer, sobre todo al principio de tu negocio.

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